POR JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ | PUBLICADO EL 16 DE AGOSTO DE 2019
Un cartel publicitario de un carro Ford, en letra cursiva con grafito, daba cuenta de la hazaña: Luis E. Cabrera y Félix Quintero salieron a las 7:00 a.m. del 12 de mayo de 1925 de Medellín y llegaron a Rionegro a las 7:00 p.m. Era impensado para la época, tanto, que el cartel ofrecía pruebas de la gesta.
Durante 94 años se construyeron carreteras y dobles calzadas que acercaron a las capitales de la región central de Antioquia, pero el hito más importante se cumplió ayer con la puesta en servicio del Túnel de Oriente.
La promesa de la megaobra es que en 18 minutos se recorra el tramo entre el kilómetro cuatro de Las Palmas y la glorieta de Sajonia. Ayer, durante la caravana inaugural, nos demoramos 16 minutos y 57 segundos. En un abrir y cerrar de ojos cambió el paisaje de la llanura rionegrera por la inmensidad de luces titilantes del área metropolitana.
Los pitos de los 17 vehículos que cruzaron por primera vez rebotaron encajonados entre los tubos del complejo vial. Es que al fin se cumplió el sueño de tener una conexión rápida entre el Aburrá y San Nicolás, que se gestó hace medio siglo, se aterrizó en un contrato hace 22 años y se empezó a construir en 2015.
La Antioquia que da ejemplo
La obra fue construida por la concesión vial Túnel de Oriente, compuesta por 74 empresas, entre otras, AIA arquitectos, El Cóndor, Topco, Coninsa Ramón H y Estyma. La conexión tiene 24 km y costó $1 billón. Comienza en Medellín, en el sector Baltimore, en Las Palmas.
Allí se erigió un intercambio que permite acceder al primer túnel, el del Seminario, que tiene 774 metros. Luego continúa un trayecto a cielo abierto por el cual se accede al segundo túnel del proyecto que tiene 8,2 km y desemboca en otro intercambio vial, en plena glorieta de Sajonia, en Rionegro. Hasta que se calibren los sistemas, el túnel estará habilitado entre las 4:30 a.m. y las 9:00 p.m. La operación está restringida para motocicletas.
El presidente Iván Duque Márquez, el primero que cruzó la conexión en un campero, calificó el túnel como una obra emblemática para el país: “Pensar en grande es desarrollar iniciativas que tengan vocación en el tiempo, independiente de los ciclos políticos. Este túnel muestra lo mejor de nuestra ingeniería y nos deja varias lecciones: visión regional, calidad de contratistas; y la conciliación entre las obras y el medio ambiente”.
El mandatario, en medio de aplausos de la concurrencia que se hizo presente en el peaje, dijo que “Antioquia siempre nos deja enseñanzas, ha tenido armonía entre el sector público y privado y acompañamiento de la academia. La resiliencia de la región es de admirar“.
El gobernador Luis Pérez, por su parte, resaltó que este es un símbolo de progreso para Antioquia y anunció que ya salió la licitación para ejecutar una obra complementaria al túnel: la doble calzada Sancho Paisa - El Tablazo, que se construirá con una APP por $990.000 millones.
Desarrollo regional
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, resaltó la alianza entre los sectores públicos y privados para sacar adelante megaproyectos de infraestructura. Ponderó que el túnel se hizo con los tiempos y dineros estimados. “No importa de dónde vengan las obras, los gobernantes deben darle continuidad a los proyectos que traigan desarrollo”, dijo.
Gonzalo Echeverri Palacio, presidente de la junta directiva de la Concesión Túnel Aburrá-Oriente, enumeró las dificultades que tuvo que sortear el constructor para poder cortar las cintas. “Transcurrieron 12 gobernantes diferentes, con paciencia superamos los obstáculos. Fue producto de un consenso inteligente y razonable entre los privados y los públicos, con un esquema justo de distribución de riesgos y utilidades. Esa es la clave del éxito”, indicó.
Andrés Julián Rendón, alcalde de Rionegro, resaltó que el túnel hará crecer la empleabilidad y aumentará la generación de riqueza entre las dos regiones.
“Esta obra es un ejemplo para el país, le tenemos que perder el miedo a ejecutar grandes proyectos”, dijo.
Tecnología de punta
El complejo cuenta con dos centros de control: uno principal y otro de respaldo, desde donde se supervisan de forma integrada los sistemas inteligentes de transporte, sistemas de seguridad y de recaudo.
La plataforma de gestión integral de tráfico y de túneles ofrece al operador una visión panorámica de todo lo que sucede en la autopista. A su vez, los sistemas de señalización proporcionan a los conductores información en tiempo real sobre el estado de la vía, la distancia de seguridad entre vehículos, los límites de velocidad o la ocurrencia de cualquier anomalía.
Otro elemento novedoso es el sistema de Detección Automática de Incidentes que integra la información procedente de cámaras y sensores a lo largo del tramo y envía alertas automáticamente al centro de control en caso de cualquier incidencia o emergencia, de forma que se reduce el tiempo de atención de la misma y se incrementa la seguridad del usuario.
La tecnología fue suministrada por Indra, empresa global de tecnología y consultoría, junto con Eléctricas de Medellín Ingeniería y Servicios.
¿Y el segundo tubo?
Cabe recordar que la obra contempla un segundo tubo de 8,2 kilómetros, paralelo al que se puso ayer en operación. También quedó excavado y con soportes para que sea utilizado para evacuación, de presentarse un accidente en el primer tubo. Cada 400 metros habrá una conexión peatonal y cada 1.600 una vehicular para evacuar en caso de emergencia.
Echeverri Palacio explicó que esperan poner en servicio el segundo tubo para que la conexión sea unidireccional y no bidireccional como en su primera etapa de servicio. “Estamos conversando con el concedente para lograr el cierre financiero. Tardaría dos años y medio desde que se tome la decisión y costaría $550.000 millones”, dijo. El gobernador declaró que espera dejar listo el otrosí antes de diciembre.
El de Oriente será el túnel más largo de Latinoamérica hasta que en 2020 se ponga en operación el de La Línea. El récord solo será por tres años porque en 2023 asomará, también en Antioquia, otro gigante: el Toyo.