
El aumento del consumo de alimentos orgánicos ha impulsado una nueva tendencia: la construcción de huertos urbanos, que son fáciles de adecuar y mantener en casa.
Nicolás Beltrán, representante de la firma Vertín Vertical, explica que lo primero que se debe hacer es encontrar un buen lugar para ubicarlo.
“Debe tener buena iluminación natural. En Bogotá, ojalá que el muro no esté orientado hacia el norte ya que no va a recibir mucha luz. Además, tiene que ser un espacio donde regar las plantas no sea un reto”.
Algunas de ellas, como las hortalizas, requieren por lo menos cuatro horas de luz al día; de ahí la importancia del sol.
“Un balcón, una terraza, un muro (puede ser externo) o incluso, una ventana, son ideales para esto”, asegura Andrés Cañas, del equipo de agricultura urbana del Jardín Botánico de Medellín.
En cuanto a la organización que llevarán las plantas, María Gómez, representante de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Educativo Empresarial (Fidee), aconseja ubicarlas dependiendo de su especie y tamaño.
“Se debe respetar el orden de siembra desde afuera hacia el centro. Las plantas pequeñas por los bordes, las bajas y voluminosas a continuación, y contra el muro las más altas o trepadoras”, sugiere la directiva de esta entidad, que eventualmente organiza cursos de agricultura urbana.
Para los espacios reducidos, Beltrán también recomienda contenedores con tierra y abono con, al menos, 20 centímetros de profundidad y 30 centímetros de diámetro.
“Hay huertas hidropónicas, pero requieren más sofisticación”, afirma.
En cuanto a los recipientes en los cuales se sembrarán, Cañas asegura que no hay necesidad de complicarse o hacer gastos innecesarios.
“Se podrían usar, incluso, bolsas de leche, siempre y cuando no sea una planta que crezca mucho. A los recipientes se les deben abrir agujeros en el fondo, y ponerles una capa de cascajo u otro material que permita que el agua fluya a la par con el fin de evitar que se escape la tierra. Este es tal vez el paso en el que la creatividad juega un papel importante”, agrega.
Preparación del terreno
Para la representante de Fidee, la tierra es clave en el proceso. “Además de la limpieza, es importante retirar malezas y piedras. También se recomienda alisar el terreno con ayuda de un azadón y un rastrillo, hasta que se sienta suelta y aireada en terrones pequeños”, afirma.
Otra sugerencia es añadir capas de compost y tierra de hoja reforzada.
“Si el terreno es muy ácido se puede agregar cal. Otro componente que también beneficia la tierra es el guano”, asegura la experta.
En cuanto al abono, el vocero del Jardín Botánico de Medellín afirma que una manera sencilla de prepararlo es comprar una parte de tierra por una de abono, una de arena y una de cascarilla de arroz, además de adquirir semillas orgánicas, no transgénicas.
Producir alimentos
Para Nicolás Beltrán, representante de la firma Vertín Vertical, producir los alimentos propios permitiría contrarrestar el daño que genera al ambiente la agricultura masiva. “De hecho, todos los alimentos tienen una huella de carbono y otra de agua significativas que están asociadas a su producción”.
Fuente: Sección Vivienda EL TIEMPO
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